La noche del martes, 15 de noviembre, el Santuario de La Purísima se iluminó de historia y tradición la lectura dramatizada de 'Las Nueve Declaraciones del Milagro', organizada por la concejalía de Archivo y Bibliotecas, bajo la dirección del edil Juan Carlos Moreno.
El elenco, conformado por jóvenes talentosos del grupo de teatro del IES 'Domingo Valdivieso' y una estudiante del IES 'Antonio Hellín Costa, ofreció una destacada interpretación que cautivó a los presentes. Junto a ellos, también participó el alcalde de Mazarrón, Ginés Campillo, completando una representación memorable. Los participantes, en reconocimiento a su dedicación y participación en esta tradición, recibieron unos obsequios por parte del consistorio.
Colaboraron en este evento cultural y religioso el Coro de Juan Toledo, responsable de la dirección musical, así como Isabel Moreno y María Dolores García, quienes llevaron la batuta en la dirección teatral. María Cecilia Morales cautivó con su canto de entrada, mientras que Telemag se encargó de la iluminación y los efectos especiales. El guion y la adaptación de textos estuvieron a cargo de María Concepción Acosta y Magdalena Campillo.
En la lectura de ‘Las Nueve Declaraciones del Milagro’ intervinieron:
Narrador: María Acosta Martínez
Alcalde: Ginés Campillo Méndez
Escribano: Andrés Méndez Muñoz
Patricia Lara. Hospitalera: Patricia Vivancos Cervantes
Gaspar Martínez. Hospitalero: Juan Antonio Hernández Moreno
Ginés Pérez Monzón, Mayordomo: Norberto Pérez Zamora
Clemente García. Sacristán: Salvador Ortiz Moreno
Juan González. Alguacil: Pedro Ponce Mendoza
Francisco de los Ríos. Médico: Tomás Pérez Zamora
Pedro León Rosique. Vecino 1: Juan Pedro Martínez Vélez
Lucas Treviño. Vecino 2: Eduardo Sánchez Román
Rodrigo García de Escobar. Vecino 3: Antonio Hernández Calvo
Guion y Adaptación de textos: María Concepción Acosta Méndez, Magdalena Campillo Méndez.
El origen de las Nueve Declaraciones del Milagro
Paqui Blaya Navarro – Miembro de la Archicofradía de la Purísima (Mazarrón)
Existen dos modos de entender el Milagro: la histórica, recogida en Nueve Declaraciones firmadas ante el escriba y el alcalde de la época, y la leyenda, que nació de la mente del fraile franciscano Fray Ginés García Alcaraz en 1764.El Milagro recogido en las declaraciones nos cuenta lo siguiente.
La mañana del 17 de noviembre, el guardia que se encontraba en la Torre de los Caballos, se dio cuenta de que 7 galeotas escapaban por la playa de Piedra Mala y que habían dejado atrás armas y una bandera, conocida en la localidad como la “Bandera de los Moros”, la cual estuvo colgando del convento de la Purísima hasta finales del s. XIX. Avisó al pueblo para que se dieran prisa en ver que era cierto lo que decía, ya que era imposible que los piratas hubiesen entrado 5 kilómetros en el interior sin que ningún guardia se hubiese percatado.
Es por ello que los mazarroneros se dirigieron a la Iglesia de San Antonio a agradecerle a la Virgen del Rosario el que los hubiese salvado de dicho ataque. A la salida de misa, la hija del sacristán de la ermita de la Purísima pasaba por la misma y se acercó a mirar a la Virgen por la ventana de la puerta cuando se dio cuenta de un hecho imposible. Su padre había puesto en la lámpara que iluminaba la ermita el aceite justo para la noche, pero para su sorpresa, no solo seguía encendida la lámpara, si no que estaba goteando aceite, habiendo casi 2 libras en la parte baja de la lámpara. La hija del sacristán corrió a avisar a su madre, la cual acudió de inmediato.
Cuando se encontraba allí, decidió tocar la campana para alerta a la gente que salía de misa que algo estaba pasando. Al estar allí, oyeron un ruido que creyeron que provenía del Hospital anexo a la ermita. Cuando los sacerdotes de las dos iglesias, San Andrés y San Antonio, se decidieron a abrir la puerta. La sorpresa fue que la Virgen estaba sonrojada y sudando. El sacerdote de San Andrés cayó de rodillas exclamando: ¿No veis como suda Nuestra Señora? Y fue el único que se atrevió a coger corporales para secar aquella cara empapada. La gente, ante ese hecho, se agolpó dentro de la ermita, recogiendo el aceite con manos y vasos para untarlos en la cara y cuerpo, pues era un claro ejemplo de que estaban ante un Milagro de Dios, teniendo como intercesora a su Madre, la Purísima Concepción. El Milagro duró hora y media.
En ese momento, se sacó a la Virgen en procesión, acompañada por todas las cofradías del municipio y visitando las dos iglesias, cantando el Te Deum. Desde ese día, el 17 de noviembre fue proclamado festivo para la posteridad en la Villa de Mazarrón. Además, este fue el motivo por el que la Virgen de la Purísima fue nombrada Patrona. Estos datos se encuentran en las nueve declaraciones, bajo juramento, tomadas por el alcalde, D. Juan Zamora Vivancos, y su teniente de alcalde, el capitán Ginés Pérez de Burgos, que hicieron ante el escribano Jorge Escobar, que daba fe.
Los declarantes fueron: Patricia Lara, mujer del sacristán y encargado del Hospital; su esposo, Gaspar Martínez; Ginés Pérez del Monzón, Mayordomo de la Cofradía y Hospital de Nuestra Señora de la Concepción; Clemente García, sacristán de la iglesia de San Antonio; Juan González, alguacil de la Villa; Francisco de los Ríos, médico cirujano; y los vecinos Pedro León Rosique, Lucas Treviño y Rodrigo García de Escobar. Las declaraciones se encontraban en el Archivo del Ayuntamiento, pero hoy en día están desaparecidas, aunque afortunadamente se ha conservado su contenido gracias a haber sido impresas y publicadas en las hojas parroquiales de 1946 a 1950.