La diputada regional del PP, Inmaculada Lardín, destaca "el valor arquitectónico de un edificio, centro de la vida social y cultural del municipio durante años".
El pleno de la Asamblea Regional ha aprobado por unanimidad una moción del Grupo Parlamentario Popular en la que se solicita al Gobierno regional que "inicie el procedimiento administrativo para declarar Bien de Interés Cultural el edificio del Casino de Mazarrón".
En su intervención ante el pleno, ha destacado Lardín, "la necesidad de proteger un edificio de gran valor arquitectónico que durante años ha sido centro de la vida social y cultural del municipio". Y recuerda que en la actualidad, el ayuntamiento de Mazarrón está llevando a cabo "una adaptación" de un proyecto de rehabilitación encargado en 2009, "dirigido a que el edificio recupere su esplendor urbanístico y cultural". Añade, además, las obras realizadas a mediados del pasado año "para frenar el deterioro del inmueble ante la amenaza de ruina".
La diputada autonómica 'popular' ha recordado que "el edificio ya existía en el año 1844, aunque no existe ningún documento que certifique la fecha exacta en la que se erigió la construcción" y fue "varias décadas después cuando, sobre 1880, se convirtió en Casino y Centro Cultural". Antes, "funcionó como oficina minera y vivienda de la familia Albacete".
Ha expuesto que "se desconoce el arquitecto responsable de su construcción" aunque "no se descarta la intervención de Francisco de Paula en la transformación del inmueble del casino, en sus fachadas y sobre todo en la trasera, en plena época dorada de finales del siglo XIX, coincidiendo con el despegue de la minería moderna en la zona".
Lardín ha destacado, entre los valores arquitectónicos del Casino, "la escalera de caracol existente en el interior que comunica sus tres plantas", atribuida al escultor y fundador artístico de metales francés Antoine Durenne.
La diputada autonómica 'popular' señala que estamos ante "un ejemplo de la huella urbanística" de los edificios construidos en Mazarrón en el siglo XIX al amparo de la emergente actividad minera. Un momento histórico y comercial que dio lugar a otras emblemáticas construcciones como las casas consistoriales, la casa Rolandi, la casa de la Cañadica y también algunas construcciones en los cementerios de la zona.
Recuerda que los promotores de estas edificaciones "fueron miembros de la sociedad burguesa del momento". "Pequeños propietarios mineros e industriales de la zona que promovieron su construcción con el fin de fomentar las relaciones culturales y sociales de la localidad.
Para Inmaculada Lardín "el Casino se encuentra desde hace años catalogado por el Servicio de Patrimonio Histórico de la Región de Murcia", y ha añadido que " al valor de la edificación desde el punto de vista arquitectónico deba añadirse el valor inmaterial de la época en la que se construyó y del entorno en el que se encuentra, y que desde el punto de vista social para la población mazarronera hace que sea necesario protegerlo un grado más de cara al futuro, por los pocos vestigios que quedan del pasado minero en el casco urbano".
En este sentido se propone su declaración como BIC, "la mayor distinción administrativa que se le puede otorgar a un bien, estableciendo una serie de medidas encaminadas a proteger dicho bien y conservación".