Pintor atípico y anárquico. Así definen algunos críticos al pintor de origen francés David Oppenheim que desde principios de julio expone su obra en la Sala de Exposiciones de Puerto de Mazarrón.
El artista que ahora reside en nuestro municipio acumula una dilatada trayectoria basada en su experiencia viajera. Oppenheim ha ido buscando su inspiración por diferentes rincones del mundo.
Una década después de comenzar su carrera el pintor comenzó a viajar y a acumular experiencias. México, Alemania y Francia fueron algunas de las paradas más influyentes en su carrera. Es en Aix La Chapelle donde conocerá a un rico industrial que, apasionado por su pintura, le instala un estudio suntuoso en su fábrica. A partir de ahí, las exposiciones se multiplican. Estamos a principios de los 70, cuando expone en las galerías Siebel y Glaüb.
Otro encuentro importantísimo en su carrera fue en casa de Franco Bettazzi en Florencia, para quien estuvo trabajando durante nueve meses. En 1974 Bob Dylan le pide que ilustre la carátula de su disco "Blood on the Tracks".
En los años 80, Oppenheim trabaja en frescos gigantescos y paredes pintadas sobre la fachada del Teatro Toursky de Marsella. Precisamente en esta ciudad de la Costa Azul francesa donde Oppenheim logra consagrarse con otras exposiciones a principios de la década de los 90.
Los trabajos que Oppenheim trae a Puerto de Mazarrón son como el artista dice "un reflejo de lo que siento cuando salgo de casa, moviéndome por el municipio". Afincado en nuestra costa, el pintor francés ha encontrado su rincón ideal para dar rienda suelta a sus expresiones.
Por otro lado la exposición del artista cartagenero, Javier Lorente, se mostrará una semana más en las Casas Consistoriales de Mazarrón, en principio hasta el próximo 12 de julio. La muestra titulada "Tierra surcada, mar revivido" está compuesta por una veintena de cuadros, entre los que se encuentra la pintura con la que Lorente ganó el certamen nacional de pintura al aire libre "Paisajes de Mazarrón.