Tras la celebración el pasado Domingo de Ramos de la procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén, esta semana Mazarrón ha vivido tres intensos días de pasión cofrade que comenzaron el pasado Miércoles Santo con la procesión de 'Las Promesas' que organiza la cofradía Ntra. Sra. Virgen de la Soledad. Abría el cortejo la Cruz Guía seguida del estandarte del Cabildo de Cofradías de Semana Santa de Mazarrón y el de la citada cofradía. A continuación, una banda de tambores rompía el silencio de la noche mazarronera.
Un tercio de romanos precedía al 'Cristo de Las Promesas', que era cargado por los cofrades directamente sobre sus hombros y sus manos al más puro estilo castellano. Ya en la presidencia desfilaban el coadjutor de la parroquia de San Andrés Apóstol y San Antonio de Padua, Francisco Javier Flores; los representantes de las 4 cofradías que componen la Semana Santa de Mazarrón; y el Alcalde de Mazarrón, Ginés Campillo, y los concejales Juan Miguel Muñoz y Magdalena Méndez, representando al Ayuntamiento de Mazarrón.
El Jueves Santo se celebró un año más con gran recogimiento la procesión del Prendimiento. El cortejo lo abría cofradía del Santo Sepulcro que sacaba dos pasos a la calle. En primer lugar desfilaba La Flagelación, cuyo paso representa a Jesús atado a la columna. Este año, el Cristo desfilaba solo sin la presencia de los sayones que lo acompañaban en años anteriores, ganando la imagen de Jesús en solemnidad y presencia sobre el trono. A continuación desfilaba el paso de La Verónica, cuyo trono es portado solamente por mujeres.
En tercer lugar desfilaba el titular de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, representado en una bella talla de autor anónimo y de las más antiguas que se conservan en el municipio. Esta cofradía sacaba a continuación a la calle el paso del Calvario, compuesto por las imágenes de Cristo Crucificado, María Santísima de Los Dolores y San Juan.
Tras el Calvario, y precedido por un tercio romano, desfilaba el Cristo de la Soledad. Sus cofrades, que pertenecen a la cofradía del mismo nombre llevan a hombre el trono con Cristo Crucificado recostado y rodeado de velas. Cerraba esta procesión del Prendimiento, el paso de la Virgen de la Amargura, perteneciente a la cofradía de San Juan, que junto al Jesús Nazareno protagonizan el Vía Crucis del Viernes Santo por la mañana.
Hay que destacar que este año las procesiones han finalizado en la plaza del Ayuntamiento, produciéndose una sensación de recogimiento aun mayor que la que tenía lugar en la plaza del Convento. En la presidencia de la procesión se encontraban el coadjutor de la parroquia de San Andrés Apóstol y San Antonio de Padua, Francisco Javier Flores; los anteriormente citados representantes de las cuatro cofradías que componen la Semana Santa de Mazarrón, y los concejales Isidro Coy, Miguel Mª García y Carlos García.
Ayer Viernes Santo, se vivió otra solemne noche con la procesión del Santo Entierro. Abría la procesión la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno con el paso del Cristo del Sagrario. Tras él, la cofradía de San Juan procesionaba con la imagen de La Piedad. A continuación, desfilaba de nuevo la cofradía de Nuestro Padre Jesús con La Virgen de la Cruz, que porta en sus manos la corona de espinas y los clavos con los que Cristo había sido crucificado en la cruz, ahora ya vacía.
Tras ella, llegaba la Cofradía del Santo Sepulcro, con su imagen titular. El trono del Santo Sepulcro es uno de los más bellos de la Semana Santa de Mazarrón y sobre él existen muchas historias, entre ellas la de cuando se escondió el paso en un pajar para evitar que fuese destruido en la guerra. El cuerpo de Cristo Yacente descansa en una hornacina de oro que resplandece con la luz de las velas y que sobrecoge a aquellos que lo ven desfilar por su belleza y solemnidad.
Finalmente, la cofradía de San Juan sacaba a su titular a la calle precediendo, como es habitual, a la Virgen María que, en la noche de Viernes Santo, encarna a 'La Soledad'. La bella talla de Ntra. Sra. Virgen de la Soledad, posada una vez más sobre un hermoso trono de madera trufado de flores, emociona por su gesto afligido y lleno de dolor que toma cobijo bajo un magnífico manto de terciopelo negro, bordado en seda y oro. A su llegada a la plaza del Ayuntamiento, el pueblo mazarronero entonó la Salve a la Virgen como es tradición.
Tras ella, en la presidencia desfilaba en esta ocasión el sacerdote de la parroquia de San Andrés Apóstol y San Antonio de Padua, Julio Romero, que iba acompañado de los representantes de las 4 cofradías de la Semana Santa mazarronera, el Alcalde de Mazarrón, Ginés Campillo, el Teniente alcalde de Urbanismo, Francisco García, y los concejales María Celeste Soria, Andrés Valera, Juan Miguel Muñoz y Magdalena Méndez.
Al finalizar la procesión, tuvo lugar el Velatorio de Cristo. En este acto, el Santo Sepulcro se dirige hacia la iglesia de San Andrés acompañado de la Virgen de La Soledad. Cuando el Yacente llega a la puerta de la citada parroquia, los cofrades lo retiran de su cuna dorada y lo colocan en una nueva sepultura cubriéndolo con una sábana y ante la atenta imagen de su madre, que se arrodilla en muestra de dolor y veneración hacia su hijo.
Jesús es entonces colocado en el altar de la iglesia para que los vecinos vayan desfilando delante de él y besándole sus pies. Este singular velatorio es un acto único en la Región y desconocido para gran parte de los ciudadanos del resto de municipios de Murcia. Se trata de un acto lleno de emoción contenida en el que el pueblo mazarronero muestra una gran devoción ante la muerte de Cristo. Los vecinos y vecinas participan con gran respeto en el mismo debido a que es una consolida tradición que comenzó a celebrarse en el año 2004 bajo la responsabilidad de la cofradía del Santo Sepulcro.