Alicia Jiménez acompañó ese lunes al consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Francisco Jódar, en su visita a La Azohía para conocer el estilo de pesca tradicional conocido como almadraba que se sigue practicando en este punto de la bahía de Mazarrón al igual que en Cádiz, siendo estos los dos únicos lugares de la costa española donde se lleva a cabo esta técnica.
La alcaldesa de Mazarrón y Francisco Jódar comprobaron el método de trabajo empleado por pescadores mazarroneros en esta zona de la costa cartagenera perteneciente a la Bahía de Mazarrón. La almadraba es un arte de pesca con red, fijo y de fondo, que se emplea para la captura de peces migratorios como los atunes, principalmente con esta técnica se capturan los ejemplares de la familia Scombridae (bonito, melva y albacora), la seriola (pez limón) o el atún rojo.
En 2016 las capturas de estas especies a través de la pesca de la almadraba en la ascendieron a 107.150 kilos y generaron un valor económico de 375.204 euros. La Almadraba de la Azohía aparece reflejada en el Anuario de Pesca desde el año 1866. Esta técnica genera unos 20 empleos directos durante seis meses al año.
En su visita, el consejero de Pesca, Francisco Jódar, señaló que "desde el Gobierno regional apostamos por el mantenimiento y puesta en valor de este arte de pesca tradicional como actividad económica en las costas de la Región, que además, debido a su historia, constituye también un relevante atractivo", explicó.
En España a mediados del siglo XIX existían más de treinta almadrabas ubicadas en las provincias de Cádiz, Ceuta, Huelva, Almería, Murcia, Alicante, Formentera, Barcelona y Gerona. En la actualidad han desaparecido casi todas y están solo presentes en Cádiz y la Región de Murcia. Las causas de su declive se encuentran en la escasez de capturas y sus elevados costes de explotación.
Un arte empleado por fenicios, griegos y cartagineses
La almadraba es un arte muy antiguo, del que se tienen las primeras referencias con Aristóteles, Plinio y Estrabón. Fue muy utilizado en las costas mediterráneas por fenicios, griegos y cartagineses. El nombre de almadraba proviene de la voz griega 'mandrague', que se compone de las palabras 'mandra', que significa parque y 'aqua' o agua. Fueron los árabes los que transformaron ese nombre en la denominación actual de almadraba, con el significado de lugar donde se golpea o se lucha.
La almadraba es un arte de pesca del tipo 'buche', se compone de un conjunto de redes, cables, cadenas, cabos y anclas, que se distribuyen en cinco partes: el cuadro, el copo, la legítima, la rabera de tierra y la rabera de fuera. La rabera, al igual que la legítima, son paños de red situados perpendicularmente a la línea de costa que actúan a modo de barrera dirigiendo los peces hacia el cuadro. También tiene unas instalaciones en tierra para almacenar todos los pertrechos denominado 'corralón'.