La artista mazarronera Isabel Guillermo dio ayer inició a las fiestas patronales de Mazarrón, que se celebran en honor a La Purísima Concepción, con un "pequeño" gran pregón "de cuento" en el que no faltaron los recuerdos y nombramientos a su familia, al grupo de artes plásticas 'Almagra' con cuyos compañeros artísticos ha compartido tantas experiencias, y a amigos y vecinos, muchos de los cuales arroparon anoche a la pregonera en el acto de apertura de los festejos. Y fue un pregón "pequeño" porque Guillermo expresó su sentimiento diciendo que "me siento pequeña ante vosotros, porque sois los que hacéis y dais la fuerza y el honor a este pueblo". Pero, llevada por esa misma fuerza, se fue haciendo grande conforme avanzaba en sus palabras.
Y fue así como se disfrutó de un gran pregón "de cuento", y muy original, pues además de darle título, 'La pequeña y el sueño de aquí' lo llamó - "No sé si los pregones suelen llevar título como los cuentos o las novelas. Yo no he podido resistir la tentación de hacerlo"- declaró; la artista enlazó dos partes de su discurso con música que fue interpretada al piano por Luis Aguilera de la Asoaciación 'Maestro Eugenio Calderón', la cual brilló ayer con las interpretaciones musicales que complementaron el acto.
Pero fue además un pregón también reivindicativo en el que la artista se mostró preocupada por la necesidad de una enseñanza motivada por parte de todos los mazarroneros y dirigida a los niños y jóvenes. Una enseñanza que los acercase a su pueblo, su Historia y su Patrimonio y, en este punto, también hubo una reivindicación alta y clara de la pregonera para recuperar el Casino, tratar como verdaderos tesoros que son los barcos fenicios, poner en valor las minas y aprovechar el clima y las playas "que no han perdido su belleza desde los primeros asentamientos". Palabras que fueron asentidas por más de un presente en la sala.
Al finalizar, el alcalde de Mazarrón, Gaspar Miras, otorgó el escudo de oro del Ayuntamiento a la pregonera colocándolo en su chaqueta. El primer edil fue además el encargado de introducir la intervención de Isabel Guillermo, comentando que el acto del pregón "es un reflejo de la devoción que sentimos por nuestra Patrona y también una forma muy particular que los mazarroneros tenemos de ensalzar nuestros símbolos y nuestra identidad desde un profundo respeto a nuestros valores, costumbres y tradiciones que nos hacen ser lo que somos. Nuestra pregonera de este año 2019 representa todos estos valores".
"Nuestra pregonera es una mujer sencilla y humana, amiga de sus amigos, una mujer sensible y comprometida con la sociedad y defensora de nuestra cultura y nuestros símbolos, y se refleja en sus creaciones, que es su forma de entender el mundo que la rodea y de expresar lo que hay en su corazón", añadió Gaspar Miras, quien finalizó asegurando que "por todo ello Isabel, es un orgullo y un honor para mí como alcalde y para el pueblo de Mazarrón que este año seas nuestra pregonera".
También intervino en el acto el concejal de Festejos, Miguel Ángel Peña, quien además de felicitar a la pregonera explicó, al ser su primer pregón de fiestas patronales como edil del área, que "hace unos meses se presentó ante mí un nuevo reto que afrontar, no tuve dudas, quería trabajar por mi municipio y es lo que hago cada día poniendo lo mejor de mí". Peña agradeció el apoyo en estos inicios de compañeros, trabajadores municipales y efectivos de seguridad por su labor e implicación con las fiestas y apostó por "hacer crecer nuestras fiestas, mejorarlas, pero manteniendo y recuperando tradiciones".
Minutos antes del pregón, Isabel Guillermo fue recibida en el Salón de Plenos de las Casas Consistoriales por la práctica totalidad de la Corporación Municipal. Allí firmó en el libro de honor del Ayuntamiento, como es tradición que hagan todos los pregoneros, y recibió una sorpresa en forma de regalo muy especial de manos del alcalde. El obsequio era una copia de una noticia con un dibujo de la pregonera aparecida en un periódico escolar en el que se anunciaba que Isabel Guillermo había sido premiada en un concurso de dibujo en el año 1980 y que se guarda en el Archivo Municipal de Mazarrón. Una obra que la archivera municipal, Magdalena Campillo, rescató para esta ocasión tan especial.