En un solemne acto celebrado en el salón de plenos de las Casas Consistoriales el pasado viernes, 20 de octubre, Mariano C. Guillén Riquelme fue nombrado académico de número de la prestigiosa Real Academia Alfonso X 'El Sabio'. La ceremonia, que comenzó con un minuto de silencio en memoria de la concejala fallecida Silvana Buxton, fue un homenaje a la dilatada carrera del cronista oficial de la villa en el campo de la historia y la antropología, cuyos trabajos han supuesto una gran contribución al conocimiento de etapas cruciales y hechos relevantes en el devenir histórico de Mazarrón.
Mariano C. Guillén se comprometió a estar a la altura de la ilustre institución, profundamente arraigada en la Región de Murcia. Resaltó la importancia de Mazarrón en su vida y en sus investigaciones. Como ejemplo, destacó el gran simbolismo de que la sesión de su nombramiento se celebrara de modo extraordinario en el edifico histórico de las Casas Consistoriales, datado en el siglo XIX, que fue erigido durante la etapa del boom minero, época a la que tanto trabajo ha dedicado el cronista en sus estudios.
En su discurso de ingreso a la academia titulado "Almazarrón en la primera mitad del siglo XVII: La épica de un pueblo al borde de la extinción: incursiones berberiscas, sequías y peste," Guillén ofreció una visión detallada de lo que fue el municipio en un período de cambios radicales. Este siglo estuvo marcado por un giro económico y social en Almazarrón tras el cese definitivo de la producción de alumbre en 1592. La producción colapsó debido a la prohibición de exportar el producto y a una carga fiscal excesiva, lo que dejó a la población vulnerable a los ataques berberiscos. La migración de familias sin recursos a áreas más seguras se convirtió en una tendencia, dejando atrás a quienes se quedaron para enfrentar calamidades como sequías, hambrunas y epidemias. Guillén resaltó la resistencia de Almazarrón, sustentada por la disposición a luchar de los mazarroneros y la creencia en el "Milagro de Almazarrón", un evento que fortaleció el carácter de la población.
El siglo XVII estuvo plagado de desafíos, incluyendo amenazas de incursiones berberiscas que a menudo llevaron al reclutamiento de milicias locales. Guillén destacó dos eventos específicos que pusieron a prueba la fortaleza de Almazarrón, el primero en 1585 y el segundo en 1637, ambos atribuidos a intervenciones divinas. La producción de alumbre, que sostenía la economía local, decayó a fines del siglo XVI, y la defensa costera se debilitó, lo que hizo a la villa más vulnerable a las incursiones enemigas. A pesar de estas dificultades, la población se mantuvo firme y ganó la reputación de ser prácticamente inexpugnable.
Tras la alocución de Guillén, siguiendo el protocolo de la ceremonia, el académico Juan Hernández Franco le dio la contestación, quien elogió la rigurosidad científica y la minuciosidad de Guillén en sus investigaciones, destacando su dedicación a la sociedad y su contribución a la historia y la cultura de Mazarrón. Elogió la diversidad de áreas de estudio de Guillén, que incluyen la Ingeniería de Minas, la Óptica y Optometría, la Antropología Social y Cultural, y su Doctorado en Antropología. Hernández Franco mencionó específicamente el libro "Mazarrón 1900" de Guillén, que ofrece una visión profunda de la sociedad minera y la cultura de la época. Terminados los discursos académicos, el director de la institución, Juan González Castaño, hizo entrega de la distinción oficial como académico numerario de la Real Academia Alfonso X 'El Sabio' a Mariano Guillén.
El alcalde Ginés Campillo, que presidió el acto junto al director de la academia, fue el encargado de cerrar la sesión con elogios a la larga trayectoria y el compromiso de Mariano Guillén con la historia y la cultura de Mazarrón. Resaltó la disposición del cronista para colaborar de forma desinteresada en beneficio del municipio, destacando su participación en la creación y dirección del "Certamen de Pintura al Aire Libre Paisajes de Mazarrón". Memorial Domingo Valdivieso. Igualmente, Campillo subrayó la versatilidad de Guillén como un "hombre de espíritu renacentista" por su interés y constancia en diversos campos.
Este acto que pasará a la posteridad, congregó a destacadas personalidades del ámbito académico, político e institucional como el director general de Salud Pública y Adicciones, José Jesús Guillén Pérez; los diputados regionales Pascual Salvador Hernández y María de los Ángeles Román; el teniente alcalde, Gaspar Miras, y el concejal de Cultura y Patrimonio Histórico, Jorge Durán; el juez de paz, Juan Sotomayor; o diversos miembros de la corporación municipal.