"Para un juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean, y los que ven se vuelvan ciegos". Este fue el pasaje del Evangelio de San Juan elegido por el Teniente alcalde de Cultura, Ginés Campillo, para comenzar su pregón con el que se abría la Semana Santa de Mazarrón de este año. Desde ese momento, se supo que el candidato a la alcaldía por la Unión Independiente de Mazarrón (UIDM) iba a hablar con el corazón y así fue. Durante un emocionante discurso, Campillo recordó como se ha ido forjando la Semana Santa dentro de él desde niño y, en especial, su amor a la cofradía del Santo Sepulcro a la que tan ligados se encuentran él y su familia.
En este sentido, el edil de Cultura nombró a muchos de sus familiares y amigos cofrades cuya labor y esfuerzo "han hecho posible que la cofradía siga viva aun en estos días". Empezando por su abuelo Julián, que salvó el trono del Santo Sepulcro al esconderlo durante la Guerra Civil en el pajar de El Caño Molino para que no lo destruyesen, hasta llegar a los compañeros de las tres otras tres cofradías de Mazarrón para las que también tuvo palabras de reconocimiento a su trabajo que "unas veces nos llevaba a discusiones interminables, y otras a enriquecer nuestro patrimonio material, pero sobre todo inmaterial. Y lo que es más importante, a contribuir desde la perspectiva cofrade a propagar y acercar la Fe a todos".
Precisamente la fe fue otro de los ejes sobre los que giró el pregón de Ginés Campillo porque para él edil "el simple hecho de procesionar, de sacar los santos a la calle, ya contribuye a que los costaleros, nazarenos, manolas, y cualquiera de los que participan de una u otra manera, vivan días cercanos a la Fe y a reforzar sus creencias cristianas. Ese legado que se nos ha ido transmitiendo de padres a hijos, de abuelos a nietos, es precisamente la responsabilidad que nos corresponde ahora asumir a nosotros. Esa magnífica responsabilidad de transmitir nuestra Fe a nuestros hijos es precisamente lo que hacemos, también, al trabajar para nuestras cofradías".
De hecho, su discurso finalizó en esa línea de trasmisión de fe y tradición a las generaciones venideras pues al nombrar a sus familiares destacó a dos personas, a su padre Salvador fallecido recientemente y a su hija María. En este sentido, del primero dijo que "ha sido el mejor ejemplo en mi vida y del que espero que haya estado orgulloso de mí, a pesar de mis errores" mientras que deseó que "todo lo que mi padre me ha enseñado me sienta capaz de transmitírselo a mi hija. Seguro que sabe apreciar lo que tratamos de transmitir de padres a hijos. Vivir desde la Fe y con la creencia de que solo esta Fe nos salvará de lo superficial, de los días en los que nos ha tocado vivir. A mi padre que me marcó como persona y a mi hija que espero dejarle la misma huella".
Durante el acto también se reconoció como 'Nazareno del Año' a Bartolomé Muñoz, un pescador de la familia de los 'Jaloque' que durante gran parte de su vida ha estado ligado a la cofradía del Santo Sepulcro que es la que ha organizado los actos de Semana Santa de este año. Precisamente, otro de los reconocimientos recayó en la presidenta de la cofradía, Magdalena Campillo, que recibió de manos del pregonero la insignia de oro de su agrupación por su labor al frente de la organización de estos actos y coordinación de las diferentes hermandades que la componen.
La noche estuvo amenizada por el cantaor flamenco Antonio Francisco García, más conocido como 'El niño de las Cuevas', quien cantó con gran maestría varias saetas y estuvo acompañado a la guitarra de su hijo Antonio y al violín de su hija María, la cual también interpretó con profundo sentimiento varios cantos religiosos de este tipo. Entre ellos, destacó el dedicado a la Mujer Verónica y a las portadoras de este trono, ya que en Mazarrón este 'paso' es llevado a hombros únicamente por mujeres. También fue una noche en la que el sacerdote de la parroquia de San Andrés Apostol y San Antonio de Padua, Julio Romero, bendijo un nuevo trono de la cofradía de San Juan para la Virgen de la Piedad que procesiona en la noche de Viernes Santo.